Simbologia alquimica

Símbolos Alquímicos.

"Todo lo observable es simbólico; todo lo simbólico es observable"

Para definir que son los símbolos alquímicos partiré de la frase “El todo es mas que la suma de sus partes” tradicionalmente el símbolo ha intermediario entre dos realidades una perceptible; (conocida) y otra no perceptible (desconocida) por lo cual nos lleva a el estudio de los diferentes tipos, clase y categorías de los símbolos, con ellos podemos lograr grandes cosas, a medida que avancemos verán porque.

Existen diferentes clases de símbolos en la Alquimia son doce en total:

• Geometría sagrada.
• Símbolos del lenguaje.
• Símbolos de Emblema.
• Figuras Retóricas.
• Pinturas Simbólicas.
• Los Caracteres.
• Las Figuras.
• Los Sellos.
• Los Sigilos.
• Las Signaturas o Firmas.
• Símbolo Observable.
• El Supremo Símbolo.

“Todos y cada uno de los Símbolos parten del Símbolo Observable.”
Geometria Sagrada

La Geometría Sagrada representa los patrones de la creación del universo, del mundo, de la naturaleza y del mismo ser humano y por lo tanto nos permite sintonizarnos espiritualmente con nuestro Creador.
No es complicada su distinción entre los demás Símbolos mas sin embargo dentro de la Geometría Sagrada existe una clasificación del mismo Símbolo.
Tenemos:

• Las distintas estrellas (pentagrama, hexagrama, heptagrama, octograma, eneagrama, etc);

• Los que representan a los elementos que son los sólidos geométricos y aquellos que surgen de las medidas áureas esos son los principales de esa clase.

• Existe algo aquí que se llama geometría planar (no plana, sino así: Planar) no se usa desde tiempos de la atlántida y de un geómetra egipcio a quien Pitágoras, según se dice, le quitó la melancolía usando el cuadrado mágico conocido como el sello de saturno también los cuadrados mágicos planetarios entran en esta categoría de símbolos.

Símbolos del lenguaje


En toda acción humana que implique la interacción con otro, inevitablemente se manifiesta un proceso de comunicación que va más allá de la mera locución o manifestación de significantes. El ser humano, dentro de esta dinámica, transmite mensajes (Emisor) que conllevan un sentido para quien los percibe (Receptor). La Significación, entonces, puede concebirse como un “proceso que asocia un objeto, un ser, una noción, un acontecimiento, a un signo susceptible de evocarlos”
Si, por otra parte, observamos las manifestaciones culturales, nos daremos cuenta de que ellas son también simbólicas: los números, las letras, son símbolos de energías que se encuentran detrás de ellos: el arte en todas sus manifestaciones, cuyos origines son sagrados, es siempre expresión simbólica de ideas sutiles, y también los idiomas, pues cada palabra o conjunto de ellas son símbolos de alguna idea que expresan.
La asociación existente entre signo y significado es un proceso psíquico, ya que son las imágenes de las cosas y la idea de que de ellas formamos lo que se asocia en nuestra mente. Sin embargo, el proceso de asociación no sigue una sola vía: existen los llamados signos naturales, los cuales se fundamentan en relaciones de fenómenos, que ocurren en el medio natural; y los signos artificiales, de carácter cultural, entre los que se hallan aquellos que son reproducciones de lo real (iconos) y los que sirven para comunicar, como los símbolos.
Sin embargo, la manera de comunicar que tienen el símbolo y el lenguaje difieren en algo esencial: el primero es de naturaleza motivada, mientras que el segundo es inmotivado. Esto quiere decir que, mientras el símbolo guarda alguna relación entre su componente material (significante) y su componente semántica (significado), el signo lingüístico es de carácter inmotivado o arbitrario. Esto quiere decir que, los signos lingüísticos se caracterizan por una doble articulación: la primera, corresponde a aquellas unidades mínimas de “dos caras” (morfemas) y, la segunda, a aquellas unidades sucesivas de función únicamente distintiva, no portadora de significado (fonemas). De esta manera, los símbolos del lenguaje son capaces de transmitir un mensaje en el acto comunicativo. Sin embargo, no por ello el signo lingüístico deja de estar dotado de significante, que es el medio en virtud del cual se manifiesta el signo, su “expresión” o “imagen acústica”, la unidad física del signo; así como también de significado, correspondiente a su “sentido” o “valor”, que es el contenido o representación mental del signo y su representación mental son fruto de un aprendizaje colectivo, lo cual le da su carácter de inmotivado mas no de arbitrario.
Pero también encontramos una serie de relaciones que entrelazan la vía simbólica con el lenguaje. Si bien la primera cumple con la función comunicativa, su carácter esencial es el de plantear o despertar la reflexión, producto de las variadas interpretaciones que pueden hallarse en el esoterismo del símbolo. Este proceso reflexivo solo puede llevarse a cabo a través del lenguaje, por cuanto cumple una serie de funciones esenciales para el ser humano: comunicar, servir de soporte al pensamiento, ser medio de expresión, soportar la autoafirmación del individuo, así como también lograr sostener una función de carácter estético.
El lenguaje como tal, tiene por característica esencial el que las expresiones que se producen son símbolos o signos de una realidad distinta a la del propio lenguaje, unidas al universo de la realidad de manera incuestionable e imprescindible
La función de los símbolos del lenguaje es para unir todos los niveles de la psique, y que puedan elevarse a la par, en conjunto, con un todo armonioso hasta alcanzar sus prototipos.
los símbolos del lenguaje vistos alquímicamente; son aquellos como el oro, la piedra, el crisol, el horno, los fuelles, el templo, el fuego, la cueva, etc.....dentro de estos, están los llamados arquetipos también pero dados a conocer por medio de la palabra.
los símbolos transmitidos mediante el lenguaje se toma en cuenta que cada palabra evoque, mediante su vibración energética particular, aquella esencia que contiene al resonar con los niveles conscientes de la mente, mientras la imagen que esa misma palabra evoca tiene efecto sobre los niveles subconscientes de la mente.
Las palabras en un texto alquímico están ordenadas siguiendo la clave de las letras, que es una de las tres de la filosofía hermética.
Cada palabra tiene una vibración en específico, y puede desarrollarse o desdoblarse de forma que revele incluso semánticamente aquello que oculta en su mismo significado.
Están en varios términos que son específicamente alquímicos y precisamente, muchas veces, aparte de este desdoblamiento de palabras, se han servido también de los valores numéricos de las letras para ocultar los significados de las palabras equivalentes por ejemplo en un texto dice:

"en el parpadeo de un ojo" numéricamente, la palabra ojo equivale a Piedra y entonces, el tercer ojo, es el lugar donde se confecciona la Piedra en lo físico, y así se ocultan varias claves en una simple palabra que incluso parece fuera de lugar, igual, donde dice en la biblia:"tu voluntad es mi delicia" en hebreo, la palabra delicia y voluntad se escriben con las mismas letras sólo se pronuncian distinto.
Entonces, ambos términos son equivalentes.
En hebreo, las palabras, Yo y Nada se escriben con las mismas letras también sólo hay ligera diferencia en su pronunciación y cada palabra obra su transmutación, hablándole lógicamente a la conciencia operante, mientras, al mismo tiempo le habla al subconsciente mediante la imagen que esa palabra evoca, y la esencia que contiene la palabra, la vibración propia de la que es portadora, evoca lo que es similar a ella al resonar con lo más profundo del inconsciente.
De ahí que los alquimistas, desde tiempos del antiguo Egipto,
Señalaran que sólo nombrando algo, puede tal cosa venir a la existencia E igual, para ellos y todavía para nosotros, el Nombre de algo es portador de su misma esencia.
La palabra misma era el vehículo de la esencia de aquellas cosas a las que hacía referencia...Mediante la palabra podías curar o matar (se puede lograr, de hecho) por ello, todas las cosas vinieron a la existencia por medio de la Palabra.